Muchos hablamos de tolerancia, respeto y mostrar la educación por los demás, desde que estamos pequeños se nos enseña (en la mayoría de los casos) a respetar a los mayores y jamás, ósea nunca hacer una mala cara y menos decir la verdad, incluso cuando esa persona nos moleste o nos diga una grosería.
Se nos enseña a respetar al mayor por cuestiones de autoridad y en sí, se nos infunde el miedo en lugar de darnos las verdaderas bases para aprender por nosotros a respetar, claro está no quiero decir que debemos irrespetar a nadie, pero si creo se nos deben de dar las herramientas para respetar a los demás sin importar la edad, sexo, religión o la diferencia que tenga la otra persona.
Lo más importante a criterio personal, no es respetar por respetar o por el que dirán, para mi lo más importante es aprender a tolerar las diferencias. Es tan importante que aprendamos a tolerar las diferencias porque si toleramos a los demás nos garantizamos sembrar una semilla de educación en la sociedad.
Todos deberíamos aprender a tolerar y compartir con las personas que son diferentes a nosotros, no estoy diciendo que debemos ser los mejores amigos, pero si aprender de ellas. ¿Porqué? porque nos permite tener una sociedad que respeta las ideas y las comparte, que promueve el aprendizaje colectivo y de esta forma nos da herramientas para desarrollarnos utilizando las mejores ideas de todas las personas y promoviendo la importancia de que todos seamos diferentes.
No concibo un mundo donde todos tengamos una misma idea, donde todos vistamos iguales y todos queramos hacer siempre lo mismo, porque somos iguales. Yo creo y estoy convencido que en un mundo de diferencias todo es más enriquecedor.
Un mundo donde pueda aprender de culturas, donde se me permita ver el mundo de otra manera y con perspectivas diferentes, que al final me ayude a conocer más del mundo y valorar más lo que los demás piensan.
Ahora bien, debo hacer una diferencia entre ser tolerante y permitir que los demás impongan su voluntad o nos traten mal, yo no estoy de acuerdo con las discusiones sin sentido y menos con que otros traten de imponer sus puntos de vista tratando a alguien de mala manera.
Hay una línea muy delgada entre ser educado y ser dejado, esa línea se rompe en el momento en el que faltamos el respeto a la otra persona de alguna forma, pero no en el que defendemos nuestros ideales comportándonos de forma decente y siempre respetando todas las ideas que la otra persona nos presente. Recuerden siempre la importancia de defender nuestros ideales que al final son nuestro sello y la chispa que nos hace únicos y especiales.
No hay que buscar una sociedad perfecta, sino una que nos permita expresarnos y realizarnos como personas, donde no se me señale por ser gay, o por ser negro, sino que se me señale para decir que de una u otra forma respetan mis ideas y aunque no las comparten al 100% si las toleren y permitan que mi forma de ver el mundo les dé una visión diferente de las cosas, o que se de al contrario, que sus ideas muevan las mías y me permitan crecer cada día.
Recuerden siempre que cada cabeza es un mundo y la mía es un universo, sin que eso signifique que mi universo no pueda ser más pequeño que tu mundo.